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  • Foto del escritorparaguaydesde1811

Paraguay es conocido de entre 138 países, como el país más alegre y feliz según la consultora estadounidense Gallup. Tal vez sea cierto en algunos aspectos, pero la realidad social nos revela otro panorama. Haciendo zapping en los noticieros locales nos damos cuenta que de entre 20 noticias máximo 2 son buenas o al menos destacables, lo mismo sucede escuchando programas radiales, viendo las Redes Sociales y ni que decir si nos tomamos la molestia de conversar con alguien durante el almuerzo o mientras esperamos ómnibus.

Nuestra situación es distinta, triste y cruel, no solo por los hospitales sin camas ni medicamentos, niños que estudian bajos árboles, indígenas recorriendo a la deriva por las calles de cualquier ciudad del país, abandonados y con frío, calles y ómnibus en pésimos estados, también la sensación de inseguridad al salir a buscar el pan de cada día, el temor de salir a hacer una simple caminata y no saber si volverás con vida o con lo que compraste con el sudor de tu frente, en tu poder.


Las instituciones públicas sumergidas en la corrupción, en el prevaricato, nepotismo, malversación, narcotráfico y la infaltable burocracia para incurrir en las tan conocidas coimas. Una representatividad, “fruto de nuestros votos”, clientelista e inmoral, que prefieren tomarse a los puños en vez de sentarse a retomar el timón de esta Patria que de por sí ya perdió su rumbo.


No existe liderazgo en el Ejecutivo, se siente como si se esperara que la situación política-económica del Paraguay se solucione con muchos likes en Redes Sociales o visitas a otros países “buscando alianzas” y no con salir a visitar hospitales, sindicatos, escuelas. Una vez dijo William Randolph Hears, “Un político hará cualquier cosa por conservar su puesto, incluso se convertirá en un patriota”, aunque aquí no se aplica en lo más mínimo, casi se puede pensar que los propios políticos de nuestro país nos llevan a una guerra interna con nuestra propia gente, con nuestra economía, con nuestra subsistencia.

 

Nuestro país, ubicado en el corazón de América del Sur, necesita ser re pintado con los colores de la prosperidad, autosuficiencia, moralidad, necesita volver a ser libre para así reflejar la encuesta de Gallup y verdaderamente ser el país más feliz del mundo.



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Actualizado: 29 jun 2019

Puede que no exista un manual para hacer política, pero los métodos que están brotando actualmente luego de la estrepitosa caída del partido tradicional que gobernaba esa ciudad del país son un tanto "altruistas".




Haciendo un poco de historia, desde la fundación de Puerto Flor de Lis, luego Puerto Presidente Stroessner, hoy Ciudad del Este en el año 1957 el partido Colorado ha tenido hegemónicamente el poder sobre la administración municipal, pero en mayo de 2019 fue destronado por un joven líder de un partido independiente, Miguel Prieto. ¿Pero qué lo llevó hasta ahí?


Tal vez la decisión de una ciudadanía cansada de supuestos hechos de corrupción y malversación, la desmoralización de una justicia ciega y sorda ante tantas denuncias o sus promesas de lucha contra la supuesta corrupción, la exposición de una figura fresca rodeada de profesionales no solo políticos o la realización de actividades de responsabilidad social con distintas grupos y movimientos.


Agrupar personas, en su mayoría jóvenes, en los barrios para realizar limpieza de avenidas, arroyos, hermoseamiento de plazas, realizar voluntariado en varias organizaciones no gubernamentales, festejar el día del niño en un vertedero, en fin, eso y tantas otras actividades altruistas impulsaron su carrera política primero para Concejal y luego para Intendente de la ciudad.


Pero este análisis no se basa en el joven líder de un partido independiente, ni en los demás partidos políticos, simplemente en esta nueva estrategia política que fue sembrada y que tal vez sea cosechada en las próximas elecciones.

Puede que no exista un manual para hacer política, pero los métodos que están brotando actualmente luego de la estrepitosa caída del partido tradicional que gobernaba esa ciudad del país son un tanto altruistas.

El altruismo como política.


La política es la acción social que se relaciona con las cuestiones públicas o con el poder; el altruismo es la preocupación o atención desinteresada por el otro, pero he aquí la pregunta del análisis, ¿Capta la atención y votos de las personas las actividades ausentes de responsabilidad social del estado?. Se supone que la limpieza, hermoseamiento, pintura en los barrios corresponden a entes gubernamentales.


¿Acaso la propia ausencia del estado genera una brecha para una forma de hacer política?


Ya se empiezan a ver a futuros candidatos de distintas organizaciones políticas siguiendo ese mismo paso, regando esa semilla altruista-política, involucrándose en voluntariados y apoyos a entes no gubernamentales, que desde lo lógico no está mal, pero utilizar ese método debería ser un llamado de atención a las instituciones de control y gestión del Gobierno quienes deben estar a cargo de la responsabilidad social, no para captar votos y simpatizantes o elevar los seguidores en las redes sociales ya que esto fomentaría una especie de filantropía mesiánica a los ojos de los más necesitados.


Sería fantástico cumplir con el verdadero significado del altruismo (más arriba mencionado) y que todas las actividades realizadas por los futuros candidatos políticos sean desinteresados políticamente hablando.


 

"Paraguay Desde 1811,

Amante de la política, no simpatizante con ningún partido político"


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